Una expansión desmedida de este negocio ha provocado que los precios se desplomen hasta niveles que apenas permiten cubrir los costos.
El negocio de los cibercafés, locales de acceso a la red Internet que han invadido todo el país en los últimos años, no está pasando por momentos estables.
Una baja de precios muy notoria y la consecuencia de una competencia feroz, han dejado una sobreoferta en el rubro que sólo se terminará con la decisión de muchos locales de cerrar sus puertas y no recurrir a servicios adicionales.
La empresa ha vivido crecimientos inéditos en este tipo de inversiones.
Unos en un estudio realizado por la firma Cybermind revela que desde 1997, la cantidad de locales que ofrecen acceso a Internet, junto a la venta de bebidas y comidas rápidas, se multiplicó por tres.
“Cuando abrimos el primer local en Punta del Este, conocimos una gran cantidad de personas que se interesaron por invertir en un negocio que ya estaba instalado en el resto del mundo”, sostuvo Eduardo González, director de Cybermind, empresa pionera en el país en materia de desarrollo de locales para la instalación de locutorios y cibercafés.
“Desde allí que las bajas en los precios son notables. Cuando inauguramos en 1997, una conexión de 64kbs tenía un costo de US$ 3 la hora, mientras que hoy día ese precio se redujo a menos de US$ 1,50 y seguimos hacia la baja”, añadió.
“Si los precios se siguen manejando en esos márgenes, no nos será fácil sobrevivir, a menos que podamos ofrecer servicios adicionales como la venta de hardware o consumibles en los mismos locales”, sostuvo González.
“En la actualidad, uno de los factores que más está influyendo para el descenso de precios es la velocidad de conexión que se está ofreciendo. Las conexiones de 64kbs no son suficientes y, por eso, es que hoy en día estamos utilizando líneas de ADSL o, en su defecto, otras líneas rápidas como las de las telefónicas locales, lo que nos ayuda a mantener los costos más bajos”, señaló.
Servicios adicionales
En los últimos años, muchos cibercafés se han visto en la necesidad de ofrecer servicios que van más allá de brindar simple acceso a Internet.
Algunos han incorporado teléfonos públicos, venta de café, refrescos y meriendas, y hasta la posibilidad de realizar trabajos de impresión y reparación de computadoras.
“Nuestros mayores ingresos están en la reparación de equipos, porque si trabajáramos solo vendiendo acceso a Internet, el negocio no sería rentable en absoluto”, confesó Francisco Padín, propietario de Cyberzone, local ubicado en Maldonado.
En su opinión, González asegura que para el próximo año no serán más de 10 los cibercafés que puedan resistir la situación de precios extremadamente bajos.
“Si no realizamos reformas en el negocio, muchos locales van a cerrar. En nuestro caso hemos optado por agregar, además del servicio de acceso a Internet, la reparación de equipos y la venta de celulares y accesorios. Hemos hecho esta inversión porque consideramos que se trata de algo que nos puede generar ingresos adicionales”, explicó.
Crisis
El mercado de los cibercafés está viviendo una crisis de dimensiones inusitadas.
Los propietarios de cibercafés no creen que los precios sigan cayendo en los próximos años, pero reconocen que la situación actual no es sostenible.
“La única forma de salir adelante es diversificar nuestros productos. Ya no podemos limitarnos a vender acceso a Internet porque el precio es demasiado bajo”, concluyó Padín.
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Artículo publicado en el suplemento Economía & Mercado, del diario El País.