En los últimos cuatro años, la cadena francesa Mr. Bricolage ha instalado dos locales en Montevideo y proyecta la apertura de un tercero.
Mientras que en algunos casos la crisis impulsó la necesidad de improvisar en lo que hace a la reparación y decoración del hogar sin ayuda de profesionales, en otros, el fenómeno ha sido mucho más cultural, con un crecimiento de los ambientes vinculados con las actividades domésticas, en una forma más familiar.
Aun así, Mr. Bricolage, la gran cadena del «hágalo tú mismo», continúa su marcha en un nicho de negocio que prevalece al edificarse 10.000 metros cuadrados de espacio en Uruguay en el último año.
El mercado del bricolaje ha venido experimentando modificaciones. Se trata de enseñarle a los consumidores finales cómo hacerlo, en lugar de ir a hacerse sentir en el país y la región.
Si bien todo empezó con la posibilidad de contratar a una persona para que hiciera el trabajo en casa, hoy los consumidores están mucho más activos y cada vez ven las reparaciones más sencillas.
«Es una tendencia de moda que ha sido captada por las grandes superficies, que son las que dominan el mercado», explicó Ferdinando Cuturi, director general en Uruguay de Mr. Bricolage, una franquicia de la compañía francesa que, con más de treinta años de trayectoria, ocupa uno de los primeros puestos en el «hágalo usted mismo».
«El aumento de esta tendencia, y el crecimiento de las áreas posteriores a la actividad dentro de la innovación, ha dado lugar a la consolidación y el desarrollo de Mr. Bricolage hacia 1999», señaló Cuturi, en una entrevista con El País realizada en el Shopping Tres Cruces en el país.
Aún así, no solo en Montevideo se ha notado el crecimiento, sino en la actividad de finales del segundo semestre de 2002.
«Es así como se ha visto la llegada de nuevos locales y la apertura de más de 10.000 metros cuadrados de espacio de ventas en Uruguay», aseguró.
«Con la apertura de un tercer local en Montevideo, creemos que el mercado está siendo cada vez más flexible, con más espacios que supieron crecer y utilizar bien los metros cuadrados que les quedaron», sostuvo el empresario.
«Al mismo tiempo, se espera consolidar una red que no solo crezca en Montevideo, sino también en el interior del país, donde existe la posibilidad de que se multipliquen locales que hasta el momento no han explorado la instalación», añadió.
Calidad por precio
Si no podemos dejar de lado el valor de los productos, al mismo tiempo no es menos cierto que se ha formado una red de locales que se han dedicado a vender calidad por encima de precio.
«Lo que parece es más una sustitución de la calidad por el precio, ya que los clientes cada vez más buscan mejores productos», dijo Cuturi.
«Esto mismo sucedió lo repetimos a mediados de 2002, y existen porcentajes similares en cuanto a los productos más vendidos, los cuales refieren a la base de una estructura de autoservicio en el que el consumidor tiene la facilidad de comprar lo que necesita sin tener que pagar tanto por ello.
En general, se están viendo clientes que ya no acuden a personalizar sus compras, sino que se manejan solos en los locales, para ahorrar tiempo y esfuerzo.
Lo mismo ha ocurrido en el caso de locales instalados en 1999 en Montevideo, cuando aún el mercado se estaba instalando», concluyó Cuturi.
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Artículo publicado en el suplemento Economía & Mercado, del diario El País.